Sunday, March 27, 2011

Discurso sobre la servidumbre voluntaria

‎"Si un tirano es un solo hombre y sus súbditos son muchos, ¿por qué consienten ellos su propia esclavitud?"


Etienne de la Boétie (1530 -1563)


Les presento esto que tome de la Introducción de Esteban Ierardo - Texto del siglo XV sobre Etienne de la Boétie


Durante su breve vida, Etienne de la Boétie (1530 -1563) produjo uno de los textos fundamentales en la reflexión sobre la libertad. Su inquietud esencial era desentrañar el porqué los hombre se someten a los tiranos cuando, de unirse, podrían alcanzar rápidamente su liberación. La cuestión a dilucidar son las razones de la obediencia voluntaria de los muchos al poderoso: "Si un tirano es un solo hombre y sus súbditos son muchos, ¿por qué consienten ellos su propia esclavitud?". Un tema de psicología y filosofía políticas. La Boétie alentaba la "derrotada de manera automática" de la tiranía si los hombres se niegan a tolerar su propia esclavitud. La Boétie no era partidario del tiranicidio, de la muerte física de la persona del tirano, porque "matar" a un tirano consiste en destruir su poder mediante el retiro no violento del apoyo o consentimiento a su autoridad. Así, se mata no a un hombre sino a la tiranía misma. La posición libertaria de La Boétie en pleno siglo XVI, en el comienzo de las monarquías absolutistas, es un antecedente del gesto liberador de la ilustración y del Contrato social de Rousseau, de la resistencia no-violenta y la desobediencia civil de siglos posteriores.



El Discourse fue escrito alrededor del año 1553. En este siglo se construyeron los cimientos del llamado "antiguo régimen" del absolutismo monárquico francés. Era la época del Rey Francisco I.



La Boétie procedía de una familia acomodada; eso le permitió escapar del analfabetismo, la miseria y la enfermedad que castigaban a buena parte del pueblo. El hambre era un tremendo flagelo. La Francia del siglo XVI poseía una población de alrededor de 16 millones de habitantes. Era entonces la nación más civilizada y populosa en Europa. Con el propósito de obtener recursos para la guerra, el rey Francisco vendía títulos a los "nouveaux riche", quienes, mediante el oro, compraban un lugar en la aristocracia.


El discurso fue escrito cuando La Boétie era un estudiante de abogacía en la Universidad de Orleáns, vinculada con los hugonotes y con posturas heréticas. El ensayo surgió puntualmente como consecuencia de la Revuelta de la Gabela en Bordeaux. La gabela era un impuesto que se aplicaba sobre la sal, y que era vivamente rechazado por el pueblo. Esta tensión provocó que los disidentes asesinaran al director general de la gabela y a dos de sus oficiales. Como castigo, el gobierno sentenció a muerte a ciento cuarenta personas, azotó a otras, e impuso desaforadas multas.


Espoleado por estos hechos, La Boétie se preguntó por las condiciones que permiten que uno solo someta a los muchos. Las principales causas de esta situación las encontraba el joven jurista galo en la manipulación de la educación por los poderosos para estimular el olvido del don de la libertad. Y en la estimulación de costumbres de juegos y prácticas, que también disipan el natural apego del hombre a la vida libre. El texto del joven La Boétie llega a la actualidad luego de muchas peripecias, en su tiempo, vinculadas con la censura. En este momento de Textos olvidados de Temakel, presentamos tres momentos claves del Discourse. La meditación de La Boétie es especialmente pertinente para pensar la posible continuidad de las formas de destrucción de la conciencia y de la real práctica de la libertad en el mundo moderno - Esteban Ierardo



1. El valor de la libertad.


"No veo un bien en la soberanía de muchos; uno solo sea amo, un solo sea rey". Así hablaba en público Ulises, según Homero. Si hubiera dicho simplemente: "No veo bien alguno en tener a varios amos", habría sido mucho mejor. Pero, en lugar de decir, con más razón, que la dominación de muchos no puede ser buena y que la de uno solo, en cuanto asume su naturaleza de amo, ya suele ser dura e indignante, añadió todo lo contrario: "Uno solo sea amo, uno solo sea rey". No obstante, debemos perdonar a Ulises quien, entonces, se vio obligado a utilizar este lenguaje para aplacar la sublevación del ejercito, adaptando, según creo, su discurso a las circunstancias más que a la verdad. Pero, en conciencia, ¿acaso no es una desgracia extrema la de estar sometido a un amo del que jamás podrá asegurarse que es bueno porque dispone del poder de ser malo cuando quiere? Y, obedeciendo a varios amos, ¿no es tantas veces más desgraciado? No quiero, de momento, debatir tan trillada cuestión: a saber, si las otras formas de república son menores que la monarquía. De debatirlas, antes de saber que ligar debe ocupar la monarquía entre las distintas maneras de gobernar la cosa pública, habría que saber si hay incluso que concederle un lugar, ya que resulta difícil creer que haya algo público en su gobierno en el que todo es de uno.


De momento, quisiera tan sólo entender como pueden tantos hombres, tantos pueblos, tantas ciudades, tantas naciones soportar a veces un solo tirano, que no dispone de más poder que el que se le otorga, que no tienen más poder para causar perjuicios que el que se quiera soportar y que no podría hacer daño alguno de no ser que se prefiera sufrir a contradecirlo. Es realmente sorprendente -y, sin embargo, tan corriente que deberíamos más bien deplorarlo que sorprendernos- ver como millones y millones de hombres son miserablemente sometidos y sojuzgados, la cabeza gacha, a un deplorable yugo, no porque se vean obligados por una fuerza mayor, sino, por el contrario, porque están fascinados y, por decirlo así, embrujados por el nombre de uno, al que no debería ni temer (puesto que está solo), ni apreciar (puesto que se muestra para con ellos inhumano y salvaje).



¡Grande es, no obstante, la debilidad de los hombres! Obligados a obedecer y a contemporizar, divididos y humillados, no siempre pueden ser los más fuertes. Así pues, su una nación, encadenada por la fuerza de las armas, es sometida al poder de un solo (como la ciudad de Atenas a la dominación de los treinta tiranos), no deberíamos extrañarnos de que sirva, debemos tan solo lamentar su servidumbre; mejor dicho, no deberíamos no extrañarnos ni lamentarnos, sino más bien llevar el mal con resignación y reservarnos para un futuro mejor.


Nuestra naturaleza es tal que los deberes cotidianos de la amistad absorben buena parte de nuestras vidas. Es natural amar la virtud, estimar las buenas acciones, agradecer el bien recibido e incluso, con frecuencia, reducir nuestro bienestar para mejorar el de aquellos a quienes amamos y que merecen ser amados. Así pues, si los habitantes de un país encuentran entre ellos a uno de esos pocos hombres capaces de darles reiteradas pruebas de su predisposición a inspirarles seguridad, gran valentía en defenderlos y gran prudencia en guiarlos; si se acostumbraran paulatinamente a obedecerle y a confiar tanto en él como para concederle cierta supremacía, creo que sería preferible devolverle al lugar donde hacia el bien que colocarlo allí donde es muy probable que haga el mal. Empero, es al parecer muy normal y muy razonable mostrarse buenos con aquel que tanto bien nos ha hecho y no temer que el mal nos venga precisamente de él.


Pero, ¡oh, Dios mío!, ¿qué ocurre? ¿Cómo llamar ese vicio, ese vicio tan horrible? ¿Acaso no es vergonzoso ver a tantas y tantas personas, no tan sólo obedecer sino arrastrarse? No ser gobernados, sino tiranizados, sin bienes, ni parientes, ni mujeres, ni hijos, ni vida propia. Soportar saqueos, asaltos y crueldades, no de un ejército, no de una horda descontrolada de bárbaros contra la que cada uno podría defender su vida a costa de su sangre, sino únicamente de uno solo. No de un Hércules o de un Sansón, sino de un único hombrecillo, las más de las veces el más cobarde y afeminado de la nación, que ni siquiera husmeado una sola vez la pólvora de los campos de batalla, sino a pensar la arena de los torneos, y que es incapaz no solo de mandar a los hombres, sino también de satisfacer a la más miserable mujerzuela. ¿Llamaremos eso cobardía? ¿Diremos que los que se someten a semejante yugo son viles y cobardes? Si dos, tres y hasta cuatro hombres ceden, uno, nos parece extraño, pero es posible; en este caso, y con razón, podríamos decir que les falta valor. Pero si cien, miles de hombres se dejan someter por uno solo, ¿seguiremos diciendo que se trata de falta de valor, que no se atreven a atacarlo, o mas bien que, por desprecio o desdén, no quieren ofrecerle resistencia? En fin, si viéramos, ya no a cien ni a mil hombres, sino cien países, mil ciudades, a un millón de hombres negarse a atacar, a aniquilar al que, sin reparos, los trata a todos como a siervos y esclavos, ¿cómo llamaríamos a eso? ¿Cobardía? Es sabido que hay un límite para todos los vicios que no se pueden traspasar. Dos hombres, y quizás diez, pueden temer a uno. ¡Pero que mil, un millón, mil ciudades no se defiendan de uno, no es ni siquiera cobardía! Asimismo, el valor no exige que un solo hombre tome de asalto una fortaleza, o se enfrente a un ejército, o conquiste un reino. Así pues, ¿qué es ese monstruoso vicio que no merece siquiera el nombre de cobardía, que carece de toda expresión hablada o escrita, del que reniega la naturaleza y que la lengua se niega a nombrar?



Que se pongan a un lado y a otro a mil hombres armados, que se les prepare para atacar, que entren en combate, unos luchando por su libertad, los otros para quitársela: ¿que de quienes creéis que será la victoria? ¿Cuáles se lanzarán con más gallardía al campo de batalla: los que esperan como recompensa el mantenimiento de su libertad, o los que no pueden esperar otro premio a los golpes que asestan o reciben que la servidumbre del adversario? Unos llevan siempre como bandera la felicidad similar en el porvenir; no piensan tanto en las penalidades y en los sufrimientos momentáneos de la batalla como en todo aquello que, si fueran vencidos, deberían soportar para siempre, ellos, sus hijos y toda la posteridad. Los otros, en cambio, no tienen mayor incentivo que la codicia, que, con frecuencia, se mitiga ante el peligro y cuyo ficticio ardor se desvanece con la primera herida. En batallas tan famosas como las de Milcíades, Leónidas y Temistocles que tuvieron lugar hace dos mil años y que están tan frescas en la memoria de los libros y de los hombres como si acabaran de celebrarse, ¿qué dio -para mayor gloria de Grecia y ejemplo del mundo entero- a tan reducido número de griegos, no el poder, sino el valor de contener aquellas formidables flotas que el mar apenas podía sostener, de luchar y vencer a tantas naciones, cuyos capitanes enemigos todos los soldados griegos juntos no habrían podido rivalizar en número? En aquellas gloriosas jornadas, no se trataba tanto de una batalla entre griegos y persas como de la victoria de la libertad sobre la dominación, de la generosidad sobre la codicia" (*).




2. El sometimiento es consentido....



Para obtener el bien que desea, el hombre emprendedor no teme el peligro, ni el trabajador sus penas. Sólo los cobardes, y los que ya están embrutecidos, no saben soportar el mal, ni obtener el bien con el que se limitan a soñar. La energía de ambicionara ese bien les es arrebatada por su propia cobardía; no les queda más que soñar con poseerlo. Ese deseo, esa voluntad innata, propia de cuerdos y locos, de valientes y cobardes, les hace ansiar todo aquello cuya posesión les hará sentirse felices y satisfechos. Hay, no obstante, una cosa, una sola, que los hombres, no sé por qué, no tiene siquiera la fuerza de desear: la libertad, ese bien tan grande y placentero cuya carencia causa todos los males; sin la libertad todos los demás bienes corrompidos por la práctica cotidiana de la servidumbre pierden por completo su gusto y su sabor. Los hombres sólo desdeñan, al parecer, la libertad, porque, de lo contrario, si la desearan realmente, la tendrían. Actúan como si se negara a conquistar tan precioso bien únicamente porque se trata de una empresa demasiado fácil. ¡Pobres miserables gentes, pueblos insensatos, naciones obstinadas en vuestro propio mal y a ciegas a vuestro bien! Dejáis que os arrebaten, ante vuestras mismas narices, la mejor y mas clara de vuestras rentas, que saqueen vuestros campos, que invadan vuestras casas, que las despojen de los viejos muebles de vuestros antepasados. Vivís de tal suerte que ya no podéis vanagloriaros de que lo vuestro os pertenece. Es como si considerárais ya una gran suerte el que os dejen tan solo la mitad de vuestros bienes, de vuestras familias y de vuestras vidas. Y tanto desastre, tanta desgracia, tanta ruina ni proviene de muchos enemigos, sino de un único enemigo, aquél a quien vosotros mismos habéis convertido en lo que es, por quien hacéis con tanto valor la guerra y por cuya grandeza os jugáis constantemente la vida en ella. No obstante, ese amo no tiene más que dos ojos, dos manos, un cuerpo, nada que no tenga el último de los hombres que habitan e nuestras ciudades. De lo único que dispone además de los seres humanos es de un corazón desleal y de los medios que vosotros mismos le brindáis para destruiros. ¿De dónde ha sacado tantos ojos para espiaros si no de vosotros mismos? Los pies con los que recorre vuestras ciudades, ¿acaso no son también los vuestros? ¿Cómo se atrevería a imponerse a vosotros si no gracias a vosotros? ¿Qué mal podría causaros si no contara con vuestro acuerdo? ¿Qué daño podría haceros si vosotros mismos no encubriérais al ladrón que os roba, cómplices del asesino que os extermina y traidores de vuestra condición? Sembráis vuestros campos para que él los arrase, amuebláis y llenáis vuestras casas de adornos para abastecer sus saqueos, educáis a vuestras hijas para él tenga con quien saciar su lujuria, alimentáis a vuestros hijos para que él los convierta en soldados (y aún deberán alegrarse de ello) destinados a la carnicería de la guerra, o bien para convertirlos en ministros de su codicia o en ejecutores de sus venganzas. Os matáis de fatiga para que él pueda remilgarse en sus riquezas y arrenallarse en sus sucios y viles placeres. Os debilitáis para que él sea más fuerte y más duro, así como para que os mantenga a raya más fácilmente.. Podrías liberaros de semejantes humillaciones -que ni los animales soportarían- sin siquiera intentar hacerlo, únicamente queriendo hacerlo. Decidíos, pues, a dejar de servir, y seréis hombres libres. No pretendo que os enfrentéis a él, o que lo tambaleéis, sino simplemente que dejéis de sostenerlo. Entonces vereéis cómo, cual un gran coloso privado de la base que lo sostiene, se desplomará y se romperá por sí solo. (*)


3. La servidumbre por el imperio de la educación y la astucia de la tiranía....


Nadie se lamenta de no tener lo que jamás tuvo, y el pesar no viene jamás sino después del placer y consiste siempre en el conocimiento del mal opuesto al recuerdo de la alegría pasada. La naturaleza del hombre es ser libre y querer serlo. Pero también su naturaleza es tal que, de una forma natural, se inclina hacia donde le lleva su educación.


Digamos, pues, que en el hombre, todas las cosas son naturales, tanto si se cría con ellas como si acostumbra a ellas. Pero solo le es innato aquello a lo que su naturaleza, en estado puro y no alterada, le conduce. Así pues, la primera razón de la servidumbre voluntaria es la costumbre, al igual que las mas bravos caballos rabones (caballos de crín y orejas cortadas) que, al principio, muerden el freno que, luego, deja de molestarlos y que, si antes coceaban al notar la silla de montar, después hacen alarde los arneses y, orgullosos, se pavonean bajo la armadura. Se dice que ciertos hombres han estado siempre sometidos y que sus padres ya vivieron así. Pues bien, estos piensan que les corresponde soportar el mal, se dejan embaucar y, con el tiempo, eran ellos mismos las bases de quienes les tiranizan. Pero el tiempo jamás otorga el derecho de hacer el mal, aumenta por el contrario la ofensa. Siempre aparecen algunos, más orgullosos y más inspirados que otros, quienes sostienen el peso del yugo y no pueden evitar sacudírselo, quienes jamás se dejan domesticar, ante la sumisión y quienes, al igual que Ulises, a quien nadie ni nada detuvo hasta volver a su casa, no pueden dejar de pensar en sus privilegios naturales y recordar a sus predecesores y su estado original. Son estos los que, al tener la mente despejada y el espíritu clarividente, no se contenta, como el populacho, con ver la tierra que pisan, sin mirar hacia adelante ni hacia atrás. Recuerdan también las cosas pasadas para juzgar las del porvenir y ponderar las presentes. Son los que, al tener de por si la mente bien estructurada, se han cuidado de pulirla mediante el estudio y el saber. Esto, aun cuando la libertad se hubiese perdido irremediablemente, la imaginarían, la sentirían en su espíritu, hasta gozarían de ella y seguirían odiando la servidumbre por más y mejor que se le encubriera.


El Gran Turco se dio cuenta de que los libros y la sana doctrina proporciona a los hombres más que cualquier otra cosa, el sentido de su dignidad como personas y el odio por la tiranía, de modo que no tiene en sus tierras a muchos sabios, ni tampoco los solicita. Y, en cualquier otro lugar, por elevado que sea el número de fieles a la libertad, su celo y el amor que le prodigan permanece pese a todo su efecto porque no logran entenderse entre ellos. Las libertad de actuar, hablar y de pensar les está casi totalmente vetada con el tirano y permanecen aislados por completo en sus fantasías.


(...) Pero esa astucia de los tiranos, que consiste en embrutecer a sus súbditos, jamás quedó tan evidente como en lo que Ciro hizo a los lidios, tras apoderarse de Sardes, capital de Lidia, al apresar a Creso, el rico monarca y hacerlo prisionero. Le llevaron la noticia de que los habitantes de Sardes se habían sublevado. Los habría aplastado sin dificultad inmediatamente; sin embargo, al no querer saquear tan bella ciudad, ni verse obligado a mantener un ejército para imponer el orden, se le ocurrió una gran idea para apoderarse de ella: montó burdeles, tabernas y juegos públicos, y ordenó que los ciudadanos de Sardes hicieran uso libremente de ellos. Esta iniciativa dio tan buen resultado que jamás hubo ya que atacar a los lidios por la fuerza de la espada. Estas pobres y miserables gentes se distrajeron de su objetivo, entregándose a todo tipo de juegos; tanto es así que de ahí proviene la palabra latina (para los que nosotros llamamos pasatiempos). Ludi que, a su vez, proviene de Lydi. No todos los tiranos han expresado con tal énfasis, su deseo de corromper a sus súbditos. Pero lo cierto es que lo que éste ordenó tan formalmente, la mayoría de los otros han hecho ocultamente. Y hay que reconocer que esta es la tendencia natural del pueblo, que suele ser más numeroso en las ciudades; desconfía de quien le ama y confía en quien lo engaña. No creáis que ningún pájaro cae con mayor facilidad en la trampa, ni pez alguno muerde tan rápidamente el anzuelo como esos pueblos que se dejan atraer con tanta facilidad y llevar a la servidumbre por un simple halago, o una pequeña golosina. Es realmente sorprendente ver cómo se dejan ir tan aprisa por poco que se les dé coba. Los tragos, los juegos, las farsas, los espectáculos, los gladiadores, los animales exóticos, las medallas, las grandes exhibiciones y otras drogas eran para los pueblos antiguos los cebos de la servidumbre, el precio de su libertad, los instrumentos de la tiranía.(*)


(*) Fuente: Todos los pasajes en Étienne de La Boétie, "El discurso de la servidumbre voluntaria", Barcelona, ed. Tusquets

Tuesday, March 8, 2011

Globovision.com - James Bond en tacones, en el Día de Mujer

Globovision.com - James Bond en tacones, en el Día de Mujer

EL CARACAZO

El terrorismo es empleado sistemáticamente como arma estratégica. Su objetivo es desarmar psicológicamente al enemigo, anularle su voluntad de combate paulatinamente.

Esta guerra de desgaste puede durar años, ya que no decide en una batalla el resultado final. De allí que se trate de una “estrategia sin tiempo”. Más tarde o más temprano, el combatiente marxista logrará la victoria, no importa el tiempo que eso lleve.

En base a que la lucha Revolucionaria puede combinarse aplicando las enseñanzas de Clausewitz y las de Mao; se puede llevar a que la guerra si es la continuación de la política por otros medios, pero combinada con la guerra maoísta el enemigo como un sistema va mas allá de la teoría de sistema como organización, y la aplicación de la política como guerra asimétrica, por eso el tiempo que tome no importa; de allí que si revisamos la virtudes de HRCF la paciencia es una y les explico con un ejemplo de nuestra historia

El 27 Febrero de 1989 grupos organizados producen saqueos e incendios, aprovechando la excusa de medidas económicas decretadas por el gobierno de CAP, fue el “Caracazo”.Estos grupos organizados por varios componentes cuyos lideres estaban William y Richard Izarra, Douglas Bravo, Guillermo Garcia Ponce, José Vicente Rangel, Adán Chávez y dentro de las FAN Hugo Rafael Chávez Frías, quien estaba destacado en SECONASEDE, el objetivo del Caracazo era crear condiciones para la subversión armada y con la participación del MBR200, (dentro de la FAN) iniciar un movimiento para la Rebelión Militar (Comacates) que llevo al la Finta o ensayo del Movimiento del Grupo de Caballería Juan Pablo Ayala a Carmelitas para luego culminar con los Golpes de Estado del 4 F 92 y 27 N 92.

Aquí hay gran participación de políticos y otros intereses económicos que pretendieron utilizar a Hugo Chávez quien luego los desplazo utilizándolos a ellos, estos políticos y otros intereses algunos siguen en el PUSV otros en la oposiciónLa responsabilidad del Caracazo es mas grave cuando los planificadores sabían que tropas inexpertas en orden público causarían gran cantidad de muertos?Por que no cita la fiscalia a Adán Chávez, al May(fav) Izarra; a Freddy Gutiérrez; Freddy Bernal,Hugo Chávez, Pablo Medina; Guillermo García Ponce;Douglas Bravo entre otros? ?por que el silencio de la oposición ante las imputaciones de la Fiscalia?

Lastima que se nos fue Alberto Garrido pues tendríamos mas datos; tal vez Agustín Blanco, tenga datos.Habra gente que no querrá que nunca se averigue ese lado

Sunday, January 16, 2011

¿MEMORIA Y CUENTA?

Por su actuación de ayer merece un Oscar.

El Presidente hablo en la AN de una Venezuela que no existe.

Llamo al dialogo y a la tolerancia.

Ofreció recortar la Ley Habilitante (Mayo).

Su foto con María Corina aparece en la portada de los más importantes diarios de hoy.

Estas son algunas de las cosas concretas y verificables que el Presidente Chavez NO dijo en su Memoria y Cuenta 2010 (su penúltima):

-Tuvimos la inflación más alta del mundo: 28%. Y la de los alimentos fue aún mayor.

-Fuimos la única economía de Latinoamérica que cayó junto con Haití (devastado por el Terremoto).

-Emitió más deuda externa que nunca en medio de una lluvia de petrodólares, y no se ven las obras/inversiones.

-Fuimos el único país de Latinoamérica con control de cambio.

-Devaluó el Bolívar "Fuerte" de 2,60 a 4,30!!

-Cerró Casas de Bolsa por especular con el dólar permuta y ahora está más caro.

-Producción y exportaciones petroleras cayeron según cifras oficiales.

-El barril de petróleo está en $90 y lo puso en el Presupuesto Nacional a $40!

-Pasamos a tener la deuda más riesgosa del mundo superando a Irak, Afganistán y Grecia.

-Pagamos por nuestra deuda la tasa de interés en dólares más alta del mundo: 18%. USA paga 3%, Colombia 6%.

-Habló contra el imperio pero fue a pedirle más dólares prestados y le pagó obedientemente un 18% de interés.

-Se comió parte de las Reservas Internacionales y se raspó los dólares del FIEM.

-Batió record de compras de armas que no resuelven los problemas de nuestro pueblo.

-Expropió las cementeras y ahora hasta Cuba nos tiene que donar cemento.

-Tuvimos la peor crisis eléctrica de Latinoamérica y de nuestra historia.-Negó recursos a las universidades y el oficialismo perdió todas las elecciones estudiantiles.

-Nos contamos el 26S y el oficialismo es 48% vs el 52% de la alternativa democrática.

Cruda verdad.

-Pdval dejó podrir comida suficiente para dar una arepa y un vaso de leche diario

Friday, December 31, 2010

Feliz Año Nuevo 2011

Feliz Año Nuevo 2011


Ahora que quedan pocas horas de este año 2010 cerramos una década, es decir, no solo despedimos un año viejo que se va, despedimos diez años que han sido muy intensos, en mi caso los recuerdos de mi niñez pasan como película y vienen a mi miles de imágenes de celebraciones entre Familia, Amigos; algunas ocasiones muy lejos de mi hogar otras trabajando en frontera o en otro país, pero especialmente esta Década no me trae buenos recuerdos y creo que a muchos tampoco se los traerá en especial este año que cierra la década.
Pero les quiero significar lo que sentimos muchos de nosotros los que por alguna razón tuvimos que salir de nuestra Patria, y me tomo ese permiso de creer que puedo poner en estas líneas estos sentimientos en nombre de todos los que fuimos forzados al DestierroEstas fechas nos hace algo más sensibles, y nos resalta el amor que a diario sentimos por la Patria, la tierra donde nos hicimos Venezolanos, más que el del resto de los días del año.
Estas vísperas de año nuevo enfrentamos recuerdos de olores, sabores, colores y sonidos de tierra que se quedaron atrás. Allí están las tumbas de mis antepasados y un hermano que descansan en la Paz del Señor y también allí en mi tierra esta mi hija y hermanos, los amigos de mi niñez. La música, mi Ávila y memoria de vivencias inolvidables y junto a estas también conviven los malos recuerdos, aquellos que forjan la experiencia y el carácter.
No hay dolor más grande que el Destierro que es un Duelo permanente y que solo la fe de "La vuelta a la Patria" es la que nos da la fuerza de la esperanza de que ese día de volver llegara.
Todo eso me da la alegría de dar la bienvenida al año nuevo con los propósitos y resoluciones que lo acompañan con fuerza suficiente para sentir optimismo de que este novísimo año 2011 será mejor ya que será el cierre de una década de injusticia, crimen, persecución y tortura propia de un régimen totalitario que trata de imponernos su dictadura.

Esta década que se inicia no será así, pues algo si es seguro los venezolanos honraremos nuestra historia y con ella a nuestros muertos, y todos unidos los que estamos en destierro y los que resisten y luchan en esa tierra sagrada lograremos alcanzar el País en Libertad, Justicia y Democracia que nos merecemos y Dios no nos abandona nunca y así como nos mando a su hijo para liberarnos nos mostrara su voluntad Liberadora para ayudarnos.
Mis deseos de que seamos libres y seámoslo siempre
Feliz Año prospero y en Libertad 2011
Gustavo

Saturday, December 25, 2010

FELIZ NAVIDAD

Ya estamos en la víspera de la Navidad en este lado de la Tierra, muchos nos preparamos para celebrar el nacimiento del Niño Jesús y todo esto me trae un torbellino de recuerdos de toda mi vida celebrando esta fiesta de Libertad desde los Tucusitos, en que las Madres del Colegio La Salle de la Colina nos enseñaban a preparar con chapitas de refresco aplastadas y clavos en tablitas de madera los instrumentos para cantar villancicos y aguinaldos. El caminar por las calles del centro de Caracas con todos sus comercios, con los adornos y ventas iluminadas, ver los nacimientos los de la calle (Sn Juan de Dios) y los que ponían mis abuelas, sus hallacas. las deliciosas e inolvidables, artísticas comidas gourmet de mi Mama, sus ensaladas y hallacas, y a través de los años muchas navidades que fueron diferentes en mi vida y en diferentes lugares, en Casa de Mi mejor amigo Cachy Quintana y sus hermanos su Mama Carmen Luisa y Edgar su Papa donde las navidades eran excelentes; con otras gentes y otras situaciones, en fronteras y otros países y en Libertad, pero en este momento recuerdo una ya de adulto con mis hijos en casa de mis padres, que fue la última Navidad de mi Mama.Ella sentada en la sala de la casa con su cuerpo maltratado por el Cáncer, mi Papá tomó su Biblia y la abrió en el Génesis y recordó como los astronautas al ver la tierra desde el espacio también lo leyeron la noche de Navidad del 68. Comenzó a leer y se lo pasó a mi hija Andrea. Y ella extraordinariamente continuó leyendo: "En el comienzo de todo, Dios creo el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios dijo: "!Que haya luz"!Y hubo luz. Al ver Dios que la luz era buena, la separo de la oscuridad y la llamo "día" y a la oscuridad la llamo "noche" De este modo se completó el primer día. La lectura perfecta de mi hija Andrea de 9 años en ese entonces nos dejó en silencio a todos y mientras pensaba en la sabiduría de mi Papá al escoger al Génesis y la importancia de La Navidad..."Cuando Dios creo al hombre lo creo parecido a Dios mismo; hombre y mujer los creo y les dio su bendición" así leyendo la historia de la tierra del Viejo Testamento. Mi Papa le busca a Andrea "La Natividad del Señor “en el Evangelio según San Lucas y continuo la lectura: "Pero el Ángel les dijo: "No TENGAN MIEDO, porque les traigo una buena noticia que será motivo de gran alegría para todos: "Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor...."En aquel momento aparecieron junto al Ángel, muchos otros Ángeles del cielo, que alababan a Dios decían:"! Gloria a Dios en las Alturas!!Paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad!"La Navidad es esperanza para todos, es renovadora de la Fe de que el Bien siempre triunfa sobre el mal y la fe todo lo logra, que aunque suframos mucho esta tiranía y el totalitarismo que persigue, asesina, encarcela, tortura y se burla de Dios jactándose que no recibe castigo y que puede hacer más allá de lo que sus límites le permitan, no va a durar pues el tiempo nuestro no es perfecto pero el de Dios sí es perfecto y seremos liberados por la mano misericordiosa así como nos envió a su Hijo bien amado quien nos vino a redimirFeliz Navidad y próspero año nuevo 2011Dios Bendiga a Venezuela

Thursday, December 23, 2010

NO PUEDE SER MILITAR EL COBARDE


A los Militares Venezolanos

LEY ORGÁNICA DE LAS FUERZAS ARMADAS
NACIONALES


Gaceta Oficial N° 4.844 de fecha 18 de enero de 1995

TITULO l

Disposiciones Comunes de las Fuerzas Armadas Nacionales
CAPITULO l

Las Fuerzas Armadas Nacionales. Su Objeto. Deberes de los Militares
SECCIÓN l

Disposiciones Generales

Artículo 32.No puede ser militar el cobarde, el que carezca de dignidad, pundonor, ni el de relajada conducta, pues mal puede ser guardián de la libertad, honra e independencia de su patria, quien tenga miedo de sacrificarse por ella y ultraje sus armas con infames vicios.